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miércoles, 7 de noviembre de 2007

DEL AMAZONAS PARA EL MUNDO

El popular Indio Amazónico extiende cada vez más su negocio. Ahora también tiene sedes en Estados Unidos, convirtiéndose así en un magnate del negocio esotérico.

Hace más de dos décadas el Indio Amazónico es conocido en Colombia y en el mundo por sus poderes mágicos y capacidades curativas.

La clientela nacional e internacional lo ha posicionado como uno de los mejores brujos de los últimos tiempos. Chindoy Mutunbario, más conocido como el Indio Amazónico, ha recorrido 87 países repartiendo sus pócimas y asesorías sanativas.

Su templo en Bogotá está ubicado en la avenida Caracas con calle 39. Allí una estatua dorada de Buda le avisa al visitante que si deposita una moneda en su nombre todos sus deseos serían concedidos. Detrás de Buda está una estatua de Jesucristo haciendo la misma advertencia, y justo en medio de estas dos imágenes está la foto del Indio Amazónico dando la bienvenida a todos los pacientes.

Amanda Galindo, es desde hace algunos años una fiel visitante de este templo, sin embargo ella no cree que esto sea un inconveniente para seguir practicando su religión. “Creo mucho en Dios, de hecho acá no estoy haciendo nada en su contra, sino que uno algunas veces necesita de una ayudita extra”.

Y en busca de este tipo de ayuditas van cientos de pacientes diariamente a este templo. “Los días más concurridos en este lugar son los lunes, porque se realizan las jornadas de sanación”, comenta una de las vendedoras del templo, que con su vestidura de indígena atiende cada una de las necesidades de los visitantes. Y aclara, “Sin embargo cuando más nos visitan es cuando vienen el indio, ese día no cabe la gente en este sitio”.

Su templo en Bogotá está adornado con estatuas y láminas de santos, reliquias orientales, fotografías de la selva amazónica, animales disecados y otras cuantas estatuas que parecieran salidas de una película de terror. En el recorrido por el sitio, los visitantes se encuentran con estatuas de la muerte, esqueletos, tumbas y ataúdes.

La sede del indio en Bogotá es todo un centro de servicios esotéricos. Allí se ofrecen desde conferencias para salir de las malas rachas hasta un amplio portafolio de pócimas para curar cualquier tipo de males. También se prestan los servicios de lectura del tarot, caracoles, ichín, aura, bola de cristal, ojos y hasta la lengua.

Muchas de las visitas que diariamente se realizan a este centro son en busca de remedios a los problemas personales. “Uno con el tiempo aprende a automedicarse en este cuento. Si uno está mal en el amor pues compra un quiéreme quiéreme o cualquier sustancia similar, y listo”, comenta Víctor Arroyave, cliente de la tienda.

Después de recibir sus favores, los asistentes suelen hacer placas en agradecimiento “al redentor indígena”, es por esto que la entrada y algunos de los murales están tapizados de lápidas en honor a él y que cada vez más el sitio parece un templo de peregrinación.


TOP CINCO

Los más vendidos:


La lectura del aura: tiene un valor de 250.000 pesos la consulta. En esta se orienta sobre un tema específico para resolver los impedimentos del día a día.
Baño especial para la suerte en el amor: El precio de estos baños varía según la cantidad y calidad del mismo. Es muy solicitado por mujeres casadas.
Lectura de la lengua: Esta tiene un valor de 15.000 pesos. Con este método se pueden descubrir rezos y ataduras en la vida de cada persona.
Lectura del tarot: Este servicio cuesta 15.000 pesos. Las personas recurren a este para conocer más de su futuro.
Esencias, riegos y tomas: Estos varían de precio según la necesidad del cliente y la cantidad requerida.


EL NEGOCIO DEL INDIO

En la actualidad el indio Amazónico tiene 15 templos alrededor del mundo para atender a todos los que necesiten de su ayuda. Este hombre, que desde los doce años empezó a entrenar su capacidad sanatoria en las selvas amazónicas (aunque las malas lenguas dicen que viene de Santander), tiene consultorios en los Ángeles, Nueva York y Bogotá. Y cada vez piensa extender más su imperio, porque según el mismo lo dice en su autobiografía “Mi misión es ayudar a salvar al mundo”.