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martes, 10 de junio de 2008

Ya sé a quién me gustaría esculcarle el pc


Para esculcar el computador que me desvela me debo embarcar en un gran viaje hasta Asia... más exactamente a Corea del Norte. Un país de 3.702.757 de habitantes y que en su cotidianidad asiste a un gobierno que actúa bajo la sombra de una antigua dictadura comunista.

Hasta ese remoto país me tocaría trasladarme para poder esculcar un computador que me desvela... Ese computador es el del dictador Kim Jong Il.

¿Por qué? Sencillo. Me abruma la sola idea de saber que en el otro lado del mundo existe un bloqueo casi total a Internet. Esa gran herramienta de la que dependo en gran medida para comunicarme, relacionarme, trabajar y hasta para enterarme de que en ese lado del mundo hay un tipo, chiquito, feíto, y con mucho poder que impide que a las fronteras norcoreanas las transpase una gran ola de información en la que cuidadanos como usted y yo surfeamos diariamente.

Y... ¿Qué es lo que pasa allí? En este país el Gobierno Nacional ejerce un poder absoluto sobre los medios de comunicación en general. Y con la llegada de Internet aumentó aún más las restricciones, tanto para los antiguos formatos de comunicación como para esta nueva estrategia.


Fue tal la censura que desde el gobierno norcoreano se impartió a la red que hasta el año 2003 los ciudadanos de este país no pudieron conectarse a internet. En la actualidad, el acceso ya es posible, es decir, ya están dadas las condiciones técnicas para el acceso a la red dentro de las fronteras norcoreanas, pero, sólo en la actualidad unos cuantos miles de privilegiados tienen la posibilidad de conectarse con el ciberespacio.

Y al gobierno de este país no le basta con el acceso restringido. Como si fuera poco la administración pública concentra todas sus fuerzas en revisar cuidadosamente la información que se difunde en la red sobre el mandato en vigencia y sobre todos aquellos temas que a su criterio afecten de alguna u otra manera el régimen.


Y no sólo eliminan los sitios críticos, informativos o de opinión, además de eso funcionarios del gobierno se dedican todo el tiempo a saturar la red de ese país de sitios dedicados única y exclusivamente hacer elogios del régimen.

¿Qué es lo que tiene que esconder acaso este norcoreano? ¿Cuál es el miedo que reposa en la mente de Kim Jong Il al pensar que sus opositores podrán expresarse? ¿Por qué un control total de los medios? ¿Por qué sólo hay espacio para el elogio? Tanto miedo sólo es sinónimo de un gran secreto... y me imagino que no serán los excesos del régimen que pese a la censura ya son conocidos, no será la mala administración que también es conocida... debe ser algo mucho más grande, mucho más negro, mucho más malo, tanto, como para someter a una nación entera a la incomunicación total.

1 comentarios:

Andrea Doria dijo...

Definitivamente, también me interesaría esculcarle el pc a este hombrecillo. Excelente entrada.